Halloween (1ª parte): Draculín y Vamp Irina (y pista nº1)

Pues sí. Yo también he sucumbido a los encantos halloweeneros. Y es que aunque en un principio, años atrás, yo era de las de echar pestes ante la absorción de esta fiesta, sus ritos y costumbres, a día de hoy debo decir que... no hay fiesta mala siempre que nos incite a pasarlo bien!!. Así que, sin dejar de lado a los huesitos de Santo, los buñuelitos de Todos los Santos y las costumbres típicas de nuestra tierra (globalización sí, pero sin perder nuestra identidad!) me uno a la fiesta de Halloween y la pienso celebrar divirtiéndome todo lo que pueda. Y más.

¿Y qué mejor que con una nueva hornada de personajillos?

Os presento a Draculín, que ahí donde lo veís, tan repeinado, con sus afilados colmillos, su capita y su pajarita... el pobre jamás ha roto un plato, es más, algún zarpazo gatuno o de hombre lobo (no se sabe con certeza, pues nunca lo ha confesado) se ha llevado y como muestra podéis ver la cicatriz que cruza su frente. Eso sí, el brillo de sus ojos delata su... sed de venganza.

Y hoy llega también, y por la puerta grande (exigido explícitamente por ella), Vamp Irina. Esta arrebatadora mujer fue una devora hombres en vida. No había muchacho apuesto y varonil que no sucumbiera a sus encantos y al inquietante brillo de su mirada. Ahora que está muerta, vuelve del mundo de Hades para devorar, no a los hombres... sino a sus corazones. Muaaaaajajajajajajaja!!! (vale, lo sé, mucho miedo no da...)

Draculín y Vamp Irina, a pesar de frecuentar los mismos lugares (bosques sombríos, mansiones encantadas, bares de sangre fresca...) no pueden ni verse. Se llevan... a morir.

Muaaaaajajajajajajaja!! (insisto, no da miedo, pero imaginaos aquí la risotada de Vincent Price al final del "Thriller" de Michael Jackson)

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Oh!! Aprovecho para lanzar la primera pista de mi amigo invisible: seguro seguro seguuuro que sus creaciones os harán sonreír.