Mi boda (1) y por qué he estado tanto tiempo ausente (y no volveré a estarlo más)

Hola a todos y todas! Ya no sé si a estas alturas os vais a seguir acordando de mí. Soy la chica aquella que hacía los broches de fieltro y que poco a poco fue actualizando el blog con menos frecuencia. Bueno, vale, puede que no sea la única que cumpla con estos requisitos. Más pistas: me casaba en junio. (todos: aaaaah, esa!).
Bueno, he vuelto. He vuelto para quedarme del todo, quiero decir. Añoro mucho cuando dedicaba más tiempo a este blog, al que tanto aprecio le tengo, y no quiero recibir más correos preguntándome si todavía coso broches de fieltro o acepto encargos. Sí, claro que sigo cosiendo broches de fieltro, y por supuesto que los hago por encargo todavía. :D
Voy a tratar de mantener fielmente actualizado este blog, así que espero que poco a poco os volváis a reenganchar a él, igual que yo pienso volver a hacerlo con los vuestros y descubrir a las nuevas artesanas de la red.

Dicho esto, paso a contaros un poco mi boda. Y qué mejor que hacerlo con un par de imágenes del mejor momento: saliendo de la iglesia y con mi sobrinita en brazos, cuando ya habían pasado todos los nervios de la ceremonia (que fueron muy, pero que muy intensos) y ya estaba un poco más relajada.

Todo fue genial, la ceremonia fue preciosa (eso me han contado... es broma, jaja), y el banquete salió a pedir de boca (nunca mejor dicho). No tengo fotos ahora para enseñaros el batallón de cervatillos de fieltro que cosí para esta ocasión (unos 80), pero os los mostraré, este y otros detalles que hubo, otro día (pronto). Yo misma diseñé todas las piezas: los soportes donde iban enganchados los cervatillos, chapas para todos, la invitación de la boda (cuya ilustración me regaló una buena amiga), las etiquetas de las botellas de vino para los invitados... En fin, todo esto os lo enseñaré en otra entrada. :)

Nos fuimos de viaje de novios a Tailandia. Es un país maravilloso, con una gente increíble, un país lleno de contrastes en todos los sentidos. Sin duda alguna volvimos enamorados de Tailandia y su cultura, de sus templos, sus paisajes, su comida. Sentimos que un pedacito de nosotros se quedaba allí.
Os dejo unas fotos de algunos de mis momentos favoritos (aunque no estén todos!)

 La isla de James Bond

 En elefante (yo me quería llevar uno a casa, me encantan)

 Pidiendo deseos

 Las cristalinas aguas de Phuket

El Buda reclinado de 43 metros

Por supuesto, no podían faltar las... fotos saltando!!!

Fue inolvidable.

Hay muchos brochecitos nuevos que no os he enseñado, así que me veréis por aquí de nuevo pronto para que veáis las cosas que he estado haciendo todo este tiempo.

No me olvido de la segunda parte del título de esta entrada "por qué he estado tanto tiempo ausente".

Pues bien, por un lado porque los preparativos de la boda me quitaban mucho tiempo. Cada broche que hago es aproximadamente una hora de trabajo y teniendo en cuenta que tenía que coser un montón de cervatillos, me quedaba poco tiempo para encargos. Y segundo, porque el poco tiempo libre que me quedaba lo dedicaba a mi otra gran pasión: la customización de muñecas Blythe. He creado un blog sobre ellas y mis trabajos de customización, espero que os guste:

http://toletoledolls.blogspot.com.es/

Y ya que habéis leído hasta aquí os confieso que el mejor momento de mi boda fue cuando entré en la iglesia y ví a mi futuro marido allí, al fondo, en el altar, tan alto y tan guapo, esperándome y mirándome de esa manera en la que sólo él puede mirarme.

Un beso muy fuerte y nos leemos por aquí. ;)